Estos muñecos de peluche han conquistado al mundo entero por sus elementos únicos y características inigualables. ¡Conócelos!
Cuando imaginamos un muñeco de peluche, automáticamente pensamos en felpa y los recuerdos que nos invitaban a imaginar juegos, momentos de creatividad, risas y por supuesto mucha, mucha ternura. Y si en algo coincidimos todos, es que los más lindos son los que a primera vista lucen adorables y terminan de encantar cuando se tocan por primera vez: así son los muñecos de peluche Ty, que por generaciones han sido los favoritos de muchos niños en el mundo. Y es que la historia de esta marca está llena de creatividad: fundada en 1986 en Illinois, Estados Unidos por el genio creativo Ty Warner quién tuvo la idea magistral de crear peluches que los niños pudieran comprar con su dinero y al mismo tiempo se adaptaran al tamaño de sus bolsillos. Con ello, en 1993 nacieron los Beanie Babies, la icónica línea de peluches que resultó un éxito.
Colores vívidos y una textura inigualable fueron las principales características que Ty Warner ideo para estos peluches, pero sin duda el mejor de los diferenciadores es que cada uno tiene nombre y fecha de nacimiento, lo cual los convierte en únicos.
Por ejemplo Rusty un lindo mapache, Coconut un adorable changuito y Diamond un unicornio espectacular que ahora genera sonrisas en el mundo entero con presencia en Asia, Europa, Oceanía y por supuesto el continente Americano.
Pero existe un elemento que sin duda hace irresistible a los peluches de Ty y son los ojos. Los ojos, son una de las características que más ha fascinado y motivado a distintas mentes creativas a lo largo de siglos: la pintura y las artes en general han usado como inspiración esta parte del cuerpo, la filosofía y las letras los han
llamado “reflejo del alma” y han servido como un leitmotiv incluso para poemas románticos.