Quema de Judas: El origen de la purificación

Actualmente quemamos estas figuras de cartón durante el Domingo de resurrección en Semana Santa.

La quema de Judas es un arte que surge como una iniciativa traída del viejo continente por parte de la Orden Franciscana a mediados del siglo XVIII para evangelizar a los indígenas, la cual consistía en crear figuras de tela y paja que representan a Cristo y a sus Apóstoles; los cuales eran repartidos a los niños, quienes quemaron al muñeco que pertenecia a Judas Iscariote como castigo, por ser un traidor entre los elegidos.

Con el paso del tiempo, la figura de Judas Iscariote fue reemplazada por el personaje que simboliza al mal en las pastorelas, consolidando la icónica figura del diablillo rojizo (con cuernos de toro, patas de cabra o de gallo, alas de murciélago, cola con punta y una enorme barba afilada), sustituyendo la tela y la paga por una estructura de carrizo forrada de cartón y revestida de papel mache, naciendo así la artesanía. (La Pastorela, Soriano Israel, 2017)

“De lo espiritual al imaginario popular, de los grabados de Guadalupe Posadas hasta las obras plásticas de Carmen Caballero, los Judas son un arte efímero, con un fuerte simbolismo de horror, burla y crítica social; que por su naturaleza violenta, ve su clímax con una explosión que promete purificación.” (Ortiz Eleno Christian 2017)

El apogeo

No obstante a principios de 1930, la tradición vive su apogeo por la alta demanda durante el sábado de gloria, llenando pulquerías y tiendas de raya las cuales adquirían las piezas. Durante esta festividad los ciudadanos escribían sobre el muñeco el nombre del ratero de la comunidad, poniendo en evidencia sus “mañas”, y este a su vez, era colgado de lo más alto de un poste y quemado posteriormente.

Actualmente esta tradición es rescatada por casas de cultura, museos y pueblos con oficio pirotécnico como San Mateo Tlalchichilpan; con la esperanza de evitar que se extinga este interesante y formidable arte, el cual año con año toma mayor fuerza en esta comunidad, donde ha surgido como un medio de expresión para los pirotécnicos, los artesanos, diseñadores, arquitectos y artistas plásticos que buscan retratar los acontecimientos polémicos y maliciosos que se viven en México, como medio crítico y satírico de la sociedad.

Con información de Christian Ortiz Eleno.