Este año se celebró el 75 aniversario de la instantáneamente, reconocible y culturalmente significativa Womb Chair de Knoll. Diseñada por Eero Saarinen a instancias de Florence Knoll en 1948, la Silla Womb desafió las convenciones de la época sobre lo que podía ser una silla, tanto en las técnicas como en la tecnología que permitieron su forma y diseño, en su función no prescriptiva.
Florence Knoll la arquitecta estadounidense considerada una de las figuras más influyentes en el desarrollo del diseño de interiores de la segunda mitad del siglo XX, al ganar el Concurso de Diseño Orgánico del Museo de Arte Moderno con Charles Eames por sus experimentos con madera contrachapada curvada en 1941. Para lograr conseguir una silla que contará con la comodidad a través de la forma de su carcasa, Eero Saarinen continuó explorando las posibilidades de conseguirla.
Gracias a las palabras de la arquitecta que motivaron al arquitecto y diseñador industrial a elaborar su diseño, fue como obtuvieron resultados favorables. “Fue a petición mía específicamente, porque estaba harta de esas sillas que te mantenían en una sola posición… Dije: ‘¿Por qué no agarrar al toro por los cuernos y hacer primero la grande?’ Eso es lo que pasó, quería una silla que fuera como una cesta llena de almohadas. Quería algo en lo que pudiera acurrucarme” comentó.
La idea subyacente en el diseño inicial de la Silla Womb responde a nuestra necesidad primaria de comodidad sin ataduras sigue resonando a través de las generaciones. En una carta de 1949 a J. Irwin Miller, Saarinen explicaba que la silla “se diseñó partiendo de la teoría de que un gran número de personas nunca se han sentido realmente cómodas y seguras desde que salieron del vientre materno” agregó. La silla Womb se sigue fabricando según su diseño original y continúa siendo un éxito de ventas para Knoll.
Celebración de la Silla Womb
Knoll dio el pistoletazo de salida a las celebraciones del 75 aniversario de la silla Womb el pasado lunes 22 de mayo, durante NYCxDesign. Una exposición de acceso limitado cuenta la historia de la silla Womb desde sus inicios -la colaboración entre Saarinen y Knoll- hasta su fabricación y en última instancia, su atemporalidad, demostrando el poder de permanencia del diseño original.
Para crear este diseño redondeado, con patas de acero, reposabrazos dentados y cojines móviles, Saarinen y Knoll recurrieron a la ayuda de un constructor de barcos de Nueva Jersey que estaba experimentando con fibra de vidrio y resina.
Aunque originalmente se diseñó para acurrucarse en ella y leer, su innovador diseño, con sus amplias formas, ofrece infinitas posturas y espacio extra para los codos, los libros o para los consumidores de hoy.