Dato cultural:

Bordado tradicional a mano con orígenes prehispánicos.

En México tenemos muchísimas tradiciones que a veces desconocemos; una de ellas, es la que conocerás a través de la comunidad Zapoteca de Chicapa de Castro en la región del istmo de Tehuantepec, donde uno de los oficios principales del matriarcado es la realización del bordado típico para el traje de Tehuana, un sustento familiar que ha permanecido desde los orígenes del telar en México y que se transmitido de generación en generación. Este traje es usado principalmente en fiestas como bodas, bautizos quince años y fiestas anuales del pueblo, festejos que permanecen durante todo el año, por lo que se mantiene activo el comercio del bordado los 365 días.

En la historia, este traje ha pasado por diversas transformaciones. De hecho, desde los orígenes prehispánicos ya se usaba el tradicional huipil con faldas “nahuas” largas y lisas con algunos pliegues, donde los ancestros tuvieron la capacidad de abstraer las imágenes que existían en su territorio, así como la extensa variedad de flores nativas que habitan la selva baja del Istmo como iachis, Tulipanes, rosas, entre otras; posteriormente, en la última década del año 1800 y a principios de 1900, la conocida Juana C. Romero (habitante del istmo destacada por su solidaridad con la comunidad ), implementó y estilizó el atuendo con nuevos encajes y distintas telas, que lo complementarían con más calidad y brillo.

Bordado de traje de Tehuana.
El pasado sismo del 19 Septiembre del 2017 provocó un fenómeno social: no realizar fiestas por la tragedia ocurrida. A 4 meses del suceso, se comienza a reactivar la economía y de vuelta este digno trabajo que abraza la identidad, la cultura y la vida de la comunidad istmeña.