Futbol y Cárcel: Cuando cada gol es libertad

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 Alrededor del mundo se utiliza al balompié  como una herramienta en la reinserción social y la prevención del delito

Como cada cuatro años, 736 hombres se vuelven el centro de atención de otros cientos de miles alrededor de los cinco continentes, 23 jugadores de 32 selecciones disputan la Copa Mundial de futbol en Rusia, si bien es cierto, el mundial y el futbol en general se han alejado del principio cuando sólo se trataba de un juego y un deporte, y se han convertido en un espectáculo masivo y un negocio de lo más lucrativo, no se puede negar la facultad que tiene para unir a las personas, ¿a qué se deberá? ¿Qué tiene esa pelota que es capaz de juntar a miles de personas  de diversas razas, culturas y  religiones entorno  a ella?

Tal vez se deba a la magia que encierra, esa que convierte aunque sea por un rato al hombre en niño y lo deja disfrutar, jugar, olvidar. Sin lugar a dudas, el futbol es uno de los deportes que más pasiones genera, por ello, alrededor del mundo se están realizando esfuerzos para enfocar dicha pasión y convertirla en un ímpetu positivo dentro de los procesos de reinserción social en personas en conflicto con la ley.

Perú campeón.

Hace un par de meses el Instituto Nacional Penitenciario de Perú organizó su propio “mundial” que se jugó en cuatro ciudades con 32 equipos procedentes de  16 reclusorios del país andino,  cada escuadra adoptó la identidad de una de las naciones que compiten en Rusia. El torneo se llevó acabo en los patios de cada penal, con la excepción de la final, que fue jugada en el mismísimo Estadio Nacional de Lima, en donde apenas el noviembre pasado el seleccionado inca, conquistó su pase al mundial después de 36 años de ausencia.

En el encuentro decisivo terminó en empate a dos, sin embargo, el representativo del penal de Lurigancho enfundado en la casaca peruana término venciendo 4-2 desde los 11 pasos,  al penal de Chimbote, que hizo los honores con el uniforme ruso.

Europa: cuna del fútbol

La Fundación Mediterránea de Derechos Humanos y la Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética, dio inicio al proyecto + Europa con valores, en Bélgica,  el objetivo era conciso: el fútbol como elemento de reinserción para los presos, la ceremonia fue presidia por ex entrenador merengue y de la selección española Vicente del Bosque.

El proyecto consiste en formar equipos en diferentes instituciones penitenciarias, y utilizar los valores y la disciplina propia de los entrenamientos y el trabajo en equipo, para que aporte a los sistemas socialización de los reclusos.

Catenaccio, la mejor defensa

En los últimos años el sistema italiano de prisiones ha estado sometido a evaluaciones, por problemas como  la sobrepoblación y el maltrato a los prisioneros, por ello han buscado opciones que les permita lograr un cambio positivo en el día a día de las personas confinadas.

Desde el 2015 en Milán, una organización sin fines de lucro coordina una actividad llamada el partido con papá, en la cual se le permite ingresar a los penales a los hijos de hombres en situación de cárcel, donde viven todo un día sin pensar en su confinamiento, ya que disfrutan de partidos y torneos relámpagos en compañía de sus familias.

Prevenir con goles

En México, desde hace más de 35 años Fundación Reintegra trabaja con jóvenes en conflicto con la ley, siendo la única institución autorizada por la CDMX en brindar las medidas cautelares en libertad,  además trabaja con  niñas, niños, jóvenes, y familias de la Colonia Guerrero y el barrio de la Lagunilla, zonas con alto índice de criminalidad al centro de la Ciudad de México. A través de la cultura de la paz y la prevención comunitaria con el propósito  de alejarlos de la violencia y las adicciones.

Organiza anualmente torneos de futbol entre los integrantes de su comunidad, con la intención de fortalecer capacidades que les permitan alejarse de actividades ilícitas, e incluso convertirse en agentes de cambio positivos dentro de su entidades, ya que los valores de trabajo en equipo y cooperación son una constante en cualquier competencia deportiva.

De esta  forma además de levantar pasiones e ilusiones el balompié se convierte en una herramienta clave que puede aportar en los procesos de reintegración social de personas en conflicto con la ley, y a la par funciona como un instrumento en las instituciones que buscan mejorar el país mediante la prevención del delito.

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